sábado, marzo 31, 2007

De nuevo aquí ;)

Hola!

Esta noche está siendo especial y mágica. No tengo otro plan mejor que pasarla conmigo misma: hoy he aparcado mis tentaciones y mis amistades varias. Tocan estrellas y lluvia y luna y tregua social y soledad de pijama y colacao en mi taza.

Antes de decidirme, por fin, a bloggear de nuevo, he estado paseando en coche durante mucho rato, por la Ciudad de las Ciudades, la mía. Tenía ganas de charlar con ella a fondo: Barcelona me absorve con su misterioso saber, es la mejor y más eterna de mis damas encantadas.

He iniciado paseo junto al Born, musiquilla en su aire, arte en sus entrañas, historia en su pulmón. Estación de Francia, repaso al moll de la fusta y buenas noches a Colón. Allí, de puntillas, he pillado el Paralelo hasta plaza España. Avenida anfitriona por excelencia, Maria Cristina y su collar de fuentes serenas, me ha servido en plata a la montaña: Monjuich me enamora de día y me secuestra de noche. Afectuoso saludo a las Picornell con parada obligatoria en el techo olímpico: contemplar la Condal desde el cielo cura todos mis males.

Cosquilleando a las nubes, las palmeras de avenida Miramar me han descendido, amables, hasta el puerto: majestuoso marinero de olas viejas y alma encharcada. De vuelta al dedo de Colón y esta vez Ramblas para arriba, hasta Cataluña. Ay Barcelona...Ciudad extranjera de flores descalzas y clavel modernista en la solapa . A los pies, la Rambla. En el pecho, Paseo de Gracia. Cómo cambia el ambiente en un sólo cruzar la Plaza.

Pasada doña Diagonal, los "jardinets" me han acompañado a Gran de Gracia, optimista y bohemia donde las haya. Botafumeiro y pa'lante hasta Lesseps, en quirófano por cirurgia urgente de grandes obras urbanas. Práctica y vulgar, la Ronda del mitg me escupe hasta Lepanto, que deslizo y enhebro con Provenza: la Família no hay que olvidarla, menos la Sagrada. Contundente, Brillante y perenne en su cambio, sus altas y entrañables torres sitúan al instante la ciudad, como la más templada y paciente de las almas. Cerdeña hasta Diagonal, y de allí, directa a mi casa.

Un día de estos me la pegaré sin remedio contra una farola, un camión o un semáforo... no se puede andar tan despistada conduciendo, lo sé, pero qué voy a hacerle si las calles me hablan ;)

Besos tecleados

Airuna