Dudar es sano. Dudemos, pues.

Por lo tanto, ante la duda -más que razonable- creo que deberíamos aparcar todos los informes habidos y por haber. No pretendamos cuadrar el círculo por que la ciencia dice que es tecnicamente posible. Puede que sí, pero cabe el error. En este caso la duda proviene de las mismísimas entrañas del sentido común. Hagámosle caso, por Dios.
Si pudiera, me gustaría pedir a los responsables un poco más de imaginación -que es lo que se requiere para solucionar los problemas que parecen indisolubres- y que se abstengan de jugar con fuego. Calibrar los pros está bien, pero valorar los posibles contras es del todo indispensable. Siempre es así, pero en este caso más.
4 Comments:
Queridísima Airuna:
Una vez más tengo que estar en desacuerdo contigo, empieza a ser habitual je je je, Vamos a ver...
Nadie, Absolutamente nadie, puede asegurar al 100% nada de nada, Cuando unos locos dijeron que podrían construir unos aparatejos capaces de surcar los aires para transportar personas los tacharón de ingenuos y majaretas... Cuando unos pirados decidieron unir unos hierros con unos trozos de madera para poner encima una máquina de vapor llamada ferrocarril aparecieron unas personas que dijeron que el cuerpo humano no podría resistir unas velocidades de 30 km hora porque se morirían... Cuando el propio Antonio Gaudí empezó a construir sus mágnificos edificios por Barcelona no faltaron los agoreros que dijeron que sus obras serían demolidas por lo horrible de sus diseños... y así etc etc...
Deberíamos confiar un poco más en las personas que son emprendedoras y con geniales ideas para seguir avanzando, los informes dicen que la Sagrada Familia no sufrirá ningún daño Así que adelante con el Ave...
Piensa, querida amiga, Que a la Sagrada Familia le hace mas daño la constante polución de los coches que pasan a miles cada dìa y a nadie se le ha ocurrido prohibir su circulación.
Besos mil
Homof...
Ah, por cierto, me debes un Helado
Vamos a ver si nos entendeeeeemos.
Cuando inventaron el avión, levantando inquietudes, quien se atrevía a subir pues se jugó el pellejo, quien no, tan contento miraba desde la tierra.
Lo mismo con el ferrocarril: quien confiaba en el invento se montaba, y el que no, despotricaba en la estación. Tan amigos. Era una opción individual poner a prueba esos aparatejos. El riesgo estaba, y correrlo o no era decision de cada cual. Si hubieran fracasado, sólo hubieran diñado aquellas personas que habían optado por confiar en lo nuevo.
Supongo que no hace falta que te indique la diferencia con el caso que nos ocupa pues me parece más que obia: en este caso, como se equivoquen tus queridisimos técnicos, ellos seguiran pifiando otros proyectos mientras los demás vertimos lágrimas por la que fué nuestra queridisima Sagrada Família. Hay riesgos gilipollas que sólo se toman cuando a uno no le va nada. Me gustaría ver si los responsables de este proyecto se jugarían la vida de sus familiares en ello. Yo creo que no. Mira tu por dónde.
En fin, querido, está visto que tú y yo no podríamos governar el chiringuito Barcelonés juntos...je jejeje.
Un gustazo verte de nuevo por aquí. Y si, a ver ese helado si llega antes del turron, jolines, que el tiempo va que vuela. Aiñ.
Besitos
Airu
Dos puntualizaciones sobre el tema de la Sagrada Familia:
En nuestra vida cotidiana, no nos gestionamos con una confianza del 100%. Por ejemplo, compramos un ordenador suponiendo que funcionará correctamente, pero el fabricante sabe (y nosotros lo aceptamos) que de cada 100 ordenadores fabricados, 95 irán bien, y seguramente, 5 irán mal. Por tanto, una confianza del 100% no se encuentra en ningún caso.
En segundo lugar, podemos pensar: bueno, y ¿por qué los señores que construyen el AVE han garantizado un intérvalo de confianza del 95% y no, por ejemplo, del 94%?. Pues por un cálculo económico. Supongamos que el coste de hacer las obras con un riesgo del 5% es de 1.000 millones de euros, y que el coste de hacer las obras con riesgo del 0% (como solicita Airu) es de 1.600 millones de euros: el coste de pasar de riesgo 5% a riesgo 0% es de 600 millones. Por otra parte, supongamos que el coste del hundimiento de la Sagrada Familia es de 5.000 millones (a lo mejor a los vecinos del barrio les gustaba la idea: así se librarían de tanto turista....). Si el riesgo de hundimiento es del 5%, entonces, la pérdida esperada sería igual al producto de la pérdida, 5.000 millones, por la probabilidad de que esto suceda, es decir, 5%; por tanto, la pérdida esperada sería de: 5.000*5% = 250 millones. Como que la pérdida esperada (250 millones) es inferior al coste de hacer las obrar con riesgo 0 (600 millones), vale la pena hacer las obras con riesgo 5%.
Ya está. Espero haber sido claro y ameno. El análisis económico puede ayudar a entender algunas cuestiones.
Hasta la próxima.
Zumero.
Ay Zumero de mi vida!
Pido 100% seguridad porque como sé que eso no existe, pues es la razón de más peso que veo para que no pasen el AVE por la Sagrada Família. Y, reconociendo tus cálculos, y dándolos por correctos, no me queda más que decir que en mi opinión no estamos hablando de una cosa cualquiera, ni una operación sin más. Los cálculos son fríos, las probabilidades tambien, los riesgos otro tanto. Pero hay cosas que levantan pasiones, no en bano vienen de la otra punta de planeta a ver el Templo, o sea que sigo pensando que en este caso deberíamos aparcar la técnica y dejar hablar al corazón. Y este, por si acaso, dice NO. NO POR FAVOR. Jolines ¿no hay más trazados? Venga ya...
Regresa pronto ;)
Airu
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